Emprender no es tarea fácil, por eso es importante encontrar aliados en el camino que te ayuden a darle forma a tu idea de negocio. Aunque al iniciar tenemos en la cabeza miles de tareas pendientes por hacer, la imagen corporativa siempre genera muchas dudas: ¿es tan importante tener un logo? ¿cuánto tiempo llevará? ¿quién puede hacer un logo llamativo? ¿será económico? Todas estas inquietudes empiezan a matar nuestra cabeza hasta que decidimos llamar a las agencias para indagar sobre sus precios, el proceso que se llevará acabo y concretar reuniones con el fin de conocer el equipo de trabajo que desarrollará nuestra marca.
Luego de un mes de recibir propuestas (puede ser más o menos), encuentras una agencia que te hace descubrir que a lo largo del proceso de creación de logo es importante contar con un líder de proyecto que tenga empatía contigo y se esfuerce por entender tus necesidades, en comprender el core de tu negocio y te permita contarle tu propuesta de valor como empresa: el qué quieres vender y el cómo lo quieres vender. Esta cercanía le permite al diseñador apropiarse más de tu sueño y visualizar la marca que tanto deseas; es una conversación en donde sientes que trabajas en una dupla que profundiza sobre tu público objetivo e inspiración estética para construir una marca que hable por si misma brindando la percepción adecuada según tu plan de negocio.
Pasan los días y te aferras al derrotero que te entregaron y solo te queda esperar a que tu partner entregue sus propuestas. Guardas la ilusión y sientes mariposas en el estómago, llamas de cuando en vez y al final, una voz de aliento te responde: “Justo te estaba escribiendo para agendar una reunión porque ya tenemos lista tu marca”. Con eso entiendes el valor de la espera y comprendes que el ingrediente secreto siempre fue el trabajo en equipo y el proceso creativo.
Ahora, respondes todas las preguntas que navegaban por tu mente, sabes que es importante tener un logo porque es la identidad de tu empresa y por la que tus clientes te identificarán. Sonríes porque tomaste la mejor decisión, llegaste a un lugar que sientes como tu casa, ves un trabajo juicioso que con el paso del tiempo ha ido cumpliendo tus expectativas y te imaginas proyectando tu idea. Cuando alcanzas tu objetivo con tanto éxito te haces una pregunta retórica: ¿realmente iba a sacrificar mi sueño de tener una verdadera marca a costa de ahorrar dinero comprando un logo de pocos pesos? Y recuerdas las palabras de tu mamá que te previnieron de cometer un error: “Lo barato sale caro”. Al final valió la pena arriesgarse para tener una excelente marca que te convenza cada día de que tu idea fue la mejor apuesta, porque si piensas en grande llegarás a donde quieras, lo importante es tener un equipo dispuesto a llevarte al éxito.
En Ideoviral nos encanta desarrollar marcas que representen un concepto, expresen estilos de vida y cuenten historias. Si estás interesado, déjanos tus datos aquí.
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